Té Amarillo, flores de Hibisco y de Caléndula, Cardamomo. 

El Té Amarillo es la variedad menos conocida en todo Occidente aunque suscita gran interés por ser diferente y un misterio actual, incluso para los propios asiáticos. Los procesos de su fabricación son también desconocidos ya que suele hacerse en pequeñas aldeas y poblados de China, cuyo método solo se transmite de generación a generación. Resulta ser una combinación de conocimiento, intuición y experiencia que en tiempos antiguos estaba destinada a  las familias imperiales.

El procesamiento del té amarillo es similar al del té verde aunque su secado es más lento, esto le aporta un sabor más suave y menos astringente y un aroma más afrutado y floral. De esta forma, los sabores del té amarillo combinan con su apariencia brillante. Es un té ligeramente fermentado, con menor cantidad de teína.

Tiene un alto contenido en antioxidantes. Es excelente para mejorar la digestión y favorecer la relajación. Es rico en minerales como hierro, fósforo, calcio, flúor así como en vitaminas B1, B2 y C. La presencia de estos compuestos, de polifenoles y de L-theanina contribuyen a que este té sea valioso para mejorar la respuesta del sistema inmunológico frente a infecciones diversas y otras enfermedades.

El Té Amarillo Primaveral evoca a las notas frescas, vivas y coloridas de la primavera. Contiene flores de Hibisco y de Caléndula junto con el Cardamomo que ayudan a reducir los niveles de glucosa, de tensión y de colesterol y a la vez, a combatir infecciones respiratorias. Su uso habitual favorece una mejor tersura y apariencia de la piel.

Modo de preparación: Tomar una cucharadita rasa o 3-4 gramos de té y se ponen en 200 ml de agua que debe hervir hasta a ebullición a 75-80 ºC, durante 3-5 minutos. Dejar en reposo de 1 a 3 minutos antes de tomar. 

Se puede tomar como una bebida caliente o fría. 

Alérgenos e intolerancias: Puede contener trazas de frutos secos, soja, cáscara de frutos y otros derivados. No se recomienda a niños ni a embarazadas.